domingo, 19 de octubre de 2008

LA MONTANA RUSA

El 21 de octubre cumplimos 19 años de casados con Gerardo. Como siempre decía mi papa: Mejor hubiera robado un banco, ya estaría libre!!! Es broma, no se me enoje “Lic”…
Yo tenia 19 o 20 anos cuando conocí a Gerardo y nunca me hubiera imaginado en mis sueños mas guajiros las cosas que me ha tocado vivir con el. Para resumirlo: It has been a rollercoaster ride!!!!
Ahora viendo en retrospectiva me doy cuenta que a esa edad las mujeres somos inexpertas, llenas de fantasías, tabúes, romanticismo y cursilerías que a lo largo de nuestra vida nos van metiendo en la cabeza y que fuera de ayudar nos vienen a joder a la hora de vivir un matrimonio de verdad, no un matrimonio de cuento de hadas con eso que “vivieron felices para siempre”. Y todo el que lea esto sabe que no hay mentira mas grande que esa. Pero precisamente ese es el mensaje que les mandamos a nuestras hijas: que el príncipe azul las va a rescatar, que todo se resuelve con hadas madrinas y siempre hay un final feliz. Mejor deberíamos enseñarles a valerse por si mismas, a no esperar a ser rescatadas (rescatadas de que, anyway), a ser fuertes (no mandonas, ojo), determinadas, a pelear por su felicidad, a ver a su pareja como un compañero de vida, no como alguien ni superior ni inferior. Me harta esa frase de “conquistar” a la pareja. Señores, se “conquista” a alguien débil.
Para todo en esta vida se necesitan reglas y requisitos y esa es una costumbre que deberíamos trasladar a la hora de escoger pareja -bueno, nosotros los de esta edad ya nos jodimos- pero no estaría de mas hacerles saber a nuestros amorcitos lo que esperamos de ellos, para hacernos mas fácil la vida.
Que espero yo de mi pareja? Para mi ese compañero debe ser amigo, cómplice, amante, para amarlo a mas no poder, para sentir que su presencia y su amor se mete y corre por mis venas, que por mas que quisiera no puedo sacarlo de mi. Espero respeto y admiración, porque yo igual necesito admirar y respetar lo que el hace y lo que es. Y yo debo sentirme admirada, querida, deseada, bueno, que me haga sentir como si fuera una diosa, pues. Necesito que me comprenda cuando ni yo misma se que quiero o que me pasa, pero que lo haga con mucha paciencia. Que me apoye, que yo pueda descansar en el cuando ya no tenga fuerzas. Que cuando yo este confundida, me guíe en lugar de juzgarme. Que cuando estemos en las “buenas” las vivamos a plenitud y que cuando toquen las “malas” tengamos la madurez suficiente para salir de allí amándonos y admirándonos mas. Estás a mi lado cuando llueve en mi, cuando quiero sol. Esto es lo que yo pido -casi nada, verdad?- porque es lo que yo estoy dispuesta a dar…ahora, porque vaya si no tenido mis metidas de pata. No me voy a vestir de primera comunión. Acepto que en ocasiones se la he puesto muy difícil a mi marido y que ha tenido que aguantar celos, reclamos, enojos y mucho mas. Vuelvo a lo mismo, la inmadurez y las ideas preconcebidas del amor, lo van jodiendo a uno. Ahora ya aprendí el valor de la confianza, la importancia del espacio personal y del crecimiento individual. En lugar de tener una idea preconcebida del amor, hay que hacerse uno su propia idea del amor, y mas que hacerse una idea, hay que vivir el amor como uno pueda y como uno quiera.

No hay comentarios: