lunes, 16 de marzo de 2009

TATTOO # 2

Ya estoy a muy poco de hacerme un segundo tatuaje: el símbolo de Yin/Yang (pero no les voy a decir en donde…)
El Yin/Yang describe la dualidad de todo lo existente en el universo, explica las dos fuerzas fundamentales aparentemente opuestas, pero complementarias que se encuentran en todas las cosas. Luz y oscuridad conviviendo.
Este concepto me ha ayudado mucho en mi vida. Yo siempre estuve en los extremos de las emociones y eso se reflejaba en mi forma de actuar: súper enojada o súper alegre, hiper controladora o en total indiferencia, hasta abajo o hasta arriba; negro o blanco, cuando en la vida hay toda una gama de grises.
Ese subir y bajar de emociones lo hace mierda a uno, es como llevar un carro de 0 a 100 y pretender que cuando este en 100, baje a 0 como si nada: simplemente no se puede. Y si se vive así por mucho tiempo, van a haber consecuencias que no podremos evitar.
Y así viví mi vida durante mucho tiempo: sin balance, sin equilibrio, a veces en constante movimiento y a veces en total inmovilidad. O pasaba de estar de lleno en la luz a pasar sumergida en la oscuridad.
Luego de mucho pensar, de buscar en mi, de buscar en los demás, de llorar, de patalear, de callarme y escuchar, pude llegar a darme cuenta que lo que mi vida necesitaba era eso: equilibrio.
Equilibrio en todo, desde lo físico, pasando por lo emocional y sin olvidar lo mental. Saber que para apreciar la alegría, la felicidad, la risa, no debo olvidar los momentos de tristeza, dolor y soledad y saber que cuando vuelvan, no van a ser eternos, no tienen porque definirme como persona. Son parte de la vida y el saber salir de ellos me va a hacer madurar.
Reconocer que si bien el silencio es bueno para conocerse y valorarse a uno mismo y a los demás, no se puede uno quedar aislado sin oír lo que el mundo quiere decirnos.
Aprender que cultivar el cuerpo es bueno, pero de nada me servirá si mi mente se queda olvidada.
El Yin y el Yang son opuestos por definición, pero conviven en perfecta armonía y pueden de hecho transformarse en ese mismo opuesto: la noche se transforma en día, la vida en muerte. Por eso es que tenemos que estar siempre en ese equilibrio dinámico, saber que si hoy lloramos mañana reiremos de seguro; si hoy trabajamos sin descanso, ese mismo descanso debe llegar… O aunque no nos guste pensar en eso: si hoy estamos arriba mañana podemos estar abajo (emocional, física o económicamente).
Todo exceso o falta de equilibrio traerá consecuencias, no lo podemos evitar. Y es allí donde se nos jode la vida, pues tratamos de evitar algo que nosotros mismos nos forjamos y se vuelve un circulo vicioso del que cuesta un huevo -y la mitad del otro)- salir.
Y la verdad es que podemos tenerlo todo:
Ser alegres y divertidos, pero no payasos.
Ser serios, sin ser amargados.
Estudiar y aprender, pero a sabiendas que la vivencia es mas que importante.
Ser trabajadores, sin llegar a ser esclavos.
Ser positivos, pero con los pies bien puestos sobre la tierra.
Descansar y relajarnos pero tampoco estar de huevones.
Ser sonadores y tener esperanzas, pero con la debida dosis de realidad para no ser pendejos.
Entregarse a los demás, pero guardar lo necesario para nosotros mismos.
Oír al mundo y lo que nos quiere decir, pero poder discernir que no todo lo que se dice es verdad absoluta.
Aceptar con orgullo mis 4 décadas, pero entender que mi espíritu es de 25.
Bueno, y como toda regla tiene su excepción, yo creo que en lo único que no se aplica el equilibrio del Yin/Yang es en la cama: allí si mejor dejarse ir con todo, no hay cabida para medias tintas…jajaja