martes, 4 de agosto de 2009

LA VIDA TE DA SORPRESAS...SORPRESAS TE DA LA VIDA

Bueno, era un típico día en el gimnasio…los poporopos no dejaban de verse al espejo y de jugar a darse “nalgadas” entre ellos (lo que me hace dudar mucho acerca de sus preferencias, pero ese no es el tema ahorita); las viejas verdes de siempre coqueteaban con los patojos de siempre, esperanzadas en que talvez ese era el día en que caerían en sus garras… y las demás personas normales y mortales sudábamos a chorros.
De repente, toda la rutina diaria se vio súbitamente alterada con la entrada de una nueva socia: ¡¡¡La colombiana!!!
Mierda, como si yo necesitara ver ese mujeron delante de mi... nalgas: increíblemente grandes desafiando las leyes de la gravedad y de la naturaleza; las chiches: por el estilo, de diseño por supuesto, pues no se le movían ni un ápice al subirse a la maquina elíptica; panza: ¿¿cual panza?? la re-cerota literalmente tenia un hoyo donde se supone que debe estar la lonja tan común y normal en el resto de nosotras; la cara: a quien le importa la cara con ese cuerpo…
Todas –ojo que dije todas- las mujeres pusimos cara de circunstancia, hasta las que tenían los mejores cuerpos se les movió el piso ¿Quien necesita ese tipo de espectáculo? Pues si me pongo la mano en la conciencia, así haga 13467 abdominales al día y corra la maratón entera y haga pesas por el resto de mi vida, se que ¡no voy a tener un cuerpo así! Bueno, si me voy con el Dr. Rey de Beverly Hills, talvez me pueda ayudar en algo.
En cuanto a los hombres del gimnasio, pues no hay palabras para describir su reacción ante la dichosa colombiche: unos se arremolinaron a su alrededor; otros en su afán de llamar la atención le pusieron mas peso a las maquinas y ya mero se les salía la hernia del esfuerzo que hacían; otros creo que hasta soltaron un gritito de alegría pura por ver aquello. Yo por supuesto me acerque sigilosamente pues saben que soy hiper curiosa y yo no me iba a perder ese reality show. En el momento en que ella pregunto en tono aburrido que quien era entrenador para que la ayudara, en ese momento se desato el pandemonio: los entrenadores se empujaban y se metían zancadilla para llegar de primero…puta, cuando si cualquier vieja cualquier día de la semana esta tirada en el piso con calambre y una pesa de 1000 libras encima, ni un pedo le tiran!!!
Bueno, la niña empezó su rutina rodeada como de 5 chavos, uno encargado de quitar y poner peso, otro encargado del agua pura, este daba instrucciones y aquel se aseguraba que nadie mas se acercara. La tipa no esbozaba sonrisa, tenia cara de aburrida, acostumbrada al acoso y a las miradas y a la atención…en serio que no se inmutaba con nada…hasta que llegaron a traerla. Y ¿quien la fue a traer se pregunta usted? El mismísimo Pedro Navaja reencarnado: pistola al cinto, botas vaqueras, jeans ajustados, hebilla mas grande que la vida misma, una cadena de oro que me sacaría de pobre. La sorpresa que se llevo cuando vio aquella escena en la que participaba la dama a su cuidado…pero solo se rió, se acerco y le dijo: ¿Ya termino? Ella contesto –con la cara agachada- que ya estaba lista. Uno de los tipos, envalentonado talvez por su fornida figura, le pregunto a la chava si al día siguiente iba a regresar pues talvez podrían trabajar juntos…pero ella no contesto, en su lugar se oyó la voz de Pedro Navaja que decía al mismo tiempo que les repartía unas tarjetas de presentación: esta es la dirección donde ella trabaja y allí les pueden informar acerca de las tarifas que cobra…y dirigiéndose a ella le pregunto: ¿o ya les dijo usted cuanto cobra?
No había visto en mucho tiempo caras tan largas. Las de ellos pues deplano hicieron cálculos mentales y no les iba a alcanzar para el “colaso” y la de la pobre tipa al verse revelada su profesión.
Ahora la veo casi a diario haciendo su rutina ella sola - nadie la ayuda, nadie la acosa, nadie la rodea- con esa mirada de tristeza profunda grabada en sus ojos. He hablado con ella un par de veces (para pedirle tips, jaja), es buena gente, se que tiene una hija de la edad de la mía y por fin me pude fijar en su cara, es muy bonita.

martes, 16 de junio de 2009

FATHER FIGURE

Para mi una definición muy personal de un padre es la persona que luego de engendrar un hijo lo cuida, ama y se preocupa por su bienestar mental, físico y emocional. Bueno, a mi no me toco eso. Ni por asomo. En ese sentido solo tuve dolor, rencor, inestabilidad y nada, pero nada de amor. Pero…esas situaciones nos hacen ser quienes somos hoy y sobre todo la vida me compensó con creces con dos excelentes figuras paternas en mi vida: mi abuelo y el papa de mis hijos.
De los primeros recuerdos que tengo en la vida es la clase de amor que me tuvo hasta el último momento mi “papa Paco”. Su ternura y comprensión siempre presentes en mi niñez. El era la única persona que me podía controlar cuando era chiquita y berrinchuda (mi marido hubiera tenido que pedirle el secreto). Siempre me consintió y mi familia es testigo que a pesar que el siempre fue un hombre serio y bastante enojado, nunca (en serio que nunca) hubo de su parte un regaño para mi. De el aprendí muchas cosas: como hacer funcionar un carburador, como manejar en la lluvia, como martillar, como usar cada una de las herramientas -lo que a la fecha me fascina-, a apreciar las cosas sencillas de la vida, el amor por México, a nunca darme por vencida, a ser creativa para vencer los problemas (su frase favorita sacada de alguna película vieja era: “no hay nada que un oficial alemán no pueda hacer”).
Con el pasar de los años, se volvió mi cómplice en varias borracheras y escapadas que tuve con un par de amigas. Pobre mi viejito, nunca me dijo que no. Con orgullo puedo decir que junto con mi hermano, yo fui sus dos ojos, lo que me trajo mas de un problema con el resto de la familia. El supo siempre del amor que yo le tuve y no puedo olvidar como se emocionaba cuando yo le traía algún recuerdo de algún viaje, aunque fuera una tontería, el siempre alardeaba de lo que la “nena” le había regalado.
Desde que conocí a Gerardo pensé que iba a ser buen padre y no me equivoque. El se apega perfectamente a la descripción que doy de un padre. Es mas, en el me basé para poder hacer esa descripción. José Gerardo acaba de hacer un ensayo para el día del padre y me conmovió muchísimo ver cuanto lo ama, lo mucho que lo admira y no saben el gusto que me da saber que ellos tienen el padre que yo siempre quise para mi. Mis hijos saben (no creen, ni piensan, lo saben con certeza) que su papa los ama, los cuida, los protege y defiende, que daría la vida por ellos y por la familia.
¿Que tienen en común mi papa y Gerardo? Los dos me aman, yo los amo a los dos y al final de cada día el olor de sus camisas es el mismo y es el abrazo de ellos donde me gusta refugiarme y sentirme protegida, pero este año solo tendré el abrazo de mi marido…Que Dios los bendiga a los dos y les recompense por tanto amor!!

miércoles, 3 de junio de 2009

120 GIGAS

Ayer me regañaron porque mi compu tenia muy poca memoria, o memoria muy corta o como se diga. Eso me llevo a pensar que menos mal los humanos no somos así -bueno…algunos al menos-pues no necesitamos que nos metan una memoria mas grande para poder almacenar recuerdos, eventos y personas. Claro que con el asunto de la edad el Alzheimer ataca sin piedad, pero hay momentos que nadie nos puede arrancar de la memoria. Ahora estoy engasada oyendo un disco de Fito Páez y dice en una canción: “Hay recuerdos que no voy a borrar, personas que no voy a olvidar, hay aromas que me quiero llevar, silencios que prefiero callar”.
Y eso es justo lo que yo decido: quedarme con los buenos momentos, los buenos recuerdos de todas las personas que me importan. Los malos recuerdos, las malas experiencias…esas que se queden en hold, no olvidadas, solo en pausa, pues aprendemos de los errores y experiencias negativas. Pero…¿para que me voy a amargar y concentrarme solo en las cosas negativas? Con que fin voy a ir almacenando y guardando cajas pesadas cargadas de odio, amargura, rencor. No puedo gastar mi energía en eso, me quemaría inevitablemente pues esa carga pesada si que puede llegar a llenar el disco duro de mi memoria y no dejar espacio para lo que verdaderamente vale la pena.
Personalmente, me molesta mucho la gente “desmemoriada”, eso raya en ser malagradecidos y para mi ese es el peor defecto que alguien puede tener, pues si soy malagradecida…¡¡uy!! Se puede esperar cualquier cosa mala de mí. No puedo (ni quiero) ir por la vida olvidando lo que la gente ha hecho por mi, el cariño y amor que me han dado, la amistad que me han brindado, la ayuda recibida, las risas compartidas, los buenos momentos disfrutados.
Vos que estas leyendo esto, (si, vos!):
¿Te acordas de las veces que nos hemos cagado de la risa?
¿De las veces que hemos querido componer a los demás?
¿Cuando fuimos cómplices de aquella travesura?
¿De las veces que me he quejado con vos?
¿De las alegrías que te he compartido? Bueno, puede que sea tarde, pero hoy te digo: ¡¡GRACIAS!! Oficialmente formas parte de mi memoria, de mi corazón y de mi vida y te garantizo que tengo mas de 120 Gigas.

miércoles, 6 de mayo de 2009

THE MOTHER OF ALL JOBS

Ser madre…uuufff!!! Que bonito sentimiento. No quiero parecer un cliché y decir que es lo mejor que me ha pasado en la vida…pero si, así es.
Ser madre (y padre) es algo dulce-amargo, pues los hijos le dan a uno las mayores alegrías, las más lindas satisfacciones, pero de igual forma los dolores o angustias mas fuertes nos vienen de verlos sufrir a ellos.
Pero en este Día de la Madre, no quiero hablar de las madres convencionales, sino de las extraordinarias: aquellas que son madres solas, solteras, viudas, divorciadas -como sea- pero que sacan a sus hijos adelante, lo hacen bien y lo hacen solas.
Las que tenemos la dicha de tener un buen esposo y padre a nuestro lado, podemos entender fácilmente lo que significaría estar solas: tener que levantarnos de madrugada, dejar casa arreglada, llevar niños al colegio, ir a trabajar, regresar de trabajar, ayudar con las tareas, lavar ropa, cocinar, tratar de descansar y así día a día, se pasan los meses y los años y la vida.
Eso sin mencionar cuando los hijos se enferman y hay que faltar al trabajo, no solo esta la angustia de sus hijos, sino que se estresan porque las pueden despedir…y entre problemas y satisfacciones, van dejando vida, sueños, juventud con tal de sacar a sus hijos adelante. Y no me dejarán mentir, pero la gran mayoría de hijos de madres solas, son los mejores hijos, con valores mas fuertes, con carácter sólido, con una percepción mas real de la vida porque han recibido y han sido testigos de primera mano del amor incondicional, sin egoísmos y sobrenatural que conlleva el ser madre soltera.
Y ser madre es un trabajo que termina hasta el día de nuestra muerte –sin ganas de ser dramática- pues el amor de madre hace que nos preocupemos de los hijos siempre, sean de dos años o de sesenta. Firmemente creo que el vínculo de las madres con los hijos no se acaba ni con la muerte misma, ese amor tan denso, tan fuerte, tan entrañable que les tenemos a los hijos no puede ser vencido por algo tan “simple” como la muerte.
Hoy quiero darle gracias a Dios por permitirme ser madre de dos hijos maravillosos y ante todo por haberme dado la madre que me dio: fuerte, trabajadora, incansable…sola. Quien sabe los sueños que tuvo que dejar de lado por sacarnos adelante a mi hermano y a mí… ¿Bastará un simple gracias?

lunes, 20 de abril de 2009

LET IT BE -o- LIVE AND LET DIE

Esta semana han estado pasando en TV y circulando por Internet un video de una señora inglesa que canta en el programa Britain’s Got Talent, que es como American Idol. Tienen que verlo para entender de lo que voy a hablar. Entra la señora al escenario para su audición, una mujer de 47 años, muy destartalada y no digo nada mas, la cara de los jueces lo dice todo, el publico la abuchea antes de siquiera cantar la primera nota….de repente, sale de la señora la voz mas angelical y hermosa que se pueda uno imaginar…los jueces casi al borde de las lagrimas y el publico la ovaciona de pie. Pueden verlo en youtube, como el video de Susan Boyle.
Cuantas veces no nos ha pasado eso en la vida? Mejor dicho, cuantas veces no hemos hecho algo así? Prejuzgamos a muchos por su apariencia, por su edad, por su etnia, por su religión, por ser flacos, gordos, feos. Los abucheamos antes que canten la primera nota, antes que puedan mostrarnos su interior.
Y el tema es bastante escabroso y alambricado…todos tenemos que aceptar que hemos sido –o seguimos siendo- prejuiciosos, racistas, pura mierda, intolerantes, como le quieran decir, el caso es el mismo: nos cuesta aceptar que alguien sea o piense diferente que nosotros. Y yo creo que es muy pretencioso y altanero creer que yo tengo la razón absoluta, la verdad absoluta, la belleza absoluta, el conocimiento absoluto. Es como cuando se creía que la tierra era el centro del universo y que el sol giraba alrededor de ella. Pobre Copernico, ya vieron que le fue como en feria al demostrar su teoría…
Muchas son las cosas que nos hacen ser cerrados a los demás, que nos impiden ver que en la “variedad esta el gusto”, que cada quien tiene el derecho a ser como quiera, a pensar como quiera, a verse como quiera, a hacer “de su culo un candelero”. Puede ser que nos hayan criado así, o que en la vida hayamos tenido malas experiencias y generalicemos las cosas, o que simplemente no se nos de la regalada gana de ampliar nuestra mente un poquito para acomodar la diversidad que hay frente a nosotros. Lo que si es seguro es esto: no nacemos siendo intolerantes y racistas, esa es una conducta puramente aprendida. O acaso de bebés ya sabíamos diferenciar razas, colores, estatus, fealdad o belleza???
Ahora bien, hay dos lados de esta historia… si uno es el que es “juzgado” por ser diferente, por ser negro, amarillo, verde, comunista, anti-comunista, gay, transexual, transgenero, gordo, flaco, alto, bajo, hombre, mujer o quimera, les digo algo: llenémonos de paciencia, pues siempre va a haber alguien que nos critique por algo…tengo que aprender a ser lo suficientemente segura y madura para que me pele el huevo lo que digan o piensen los demás de mi. Y es muy difícil no dejarse enredar en ese juego.
Lo que me ha ayudado a mi es partir de la noción que todos los humanos somos iguales, que aquí y en África o en la Cochinchina todos tenemos sangre en las venas; que desde Perico de los Palotes hasta la pinche Reina Isabel todos tenemos que cagar; que si nos duele algo lloramos y si nos gusta nos reímos. José me contaba el otro día de una compañera coreana que hay en su clase y que varios de ellos (no me extrañaría que el también) se burlaban de la comida que llevaba y le conteste que si el se iba a Corea, lo iban a tachar de chapín comemierda para arriba, que se iban a burlar de su pan con frijoles y su tortilla con queso…
Deberíamos caminar en los zapatos de las personas antes de juzgarlas. Si no he vivido lo mismo que alguien no puedo –ni debo- juzgar.
Debemos tratar de entender su “background” para poder decir: aaahhh con razón, así es la cosa!!!
Sobre todo aceptar que la gente tiene el derecho innato a ser diferente a mi.
Si puedo quitarme esa cubierta de los ojos, si puedo dejar de ser egocentrista, podré ver los atributos de cada persona, lo que su ser interior vale.
Si soy un poco humilde, me daré cuenta que de todas las personas puedo aprender algo, ya sea positivo o negativo.
Aprender a ser segura y madura para darle su justo valor a las opiniones de los demás (no me voy a cortar las venas, ni a rasgar las vestiduras porque alguien piense que soy fea o gorda, por ejemplo). Hasta en eso tengo que ser tolerante: la gente tiene harto derecho a opinar, pero yo igual tengo el derecho a no compartir su opinión.
No hay nada mas bonito que abrir mente y corazón y dejarse sorprender por las personas, recibir de ellas algo inesperado, algo nuevo…ya sean actitudes, conocimientos o pensamientos que nos vengan a refrescar la vida, a movernos el tapete, a enseñarnos que hay otras formas de pensar, de ser y de actuar.

lunes, 16 de marzo de 2009

TATTOO # 2

Ya estoy a muy poco de hacerme un segundo tatuaje: el símbolo de Yin/Yang (pero no les voy a decir en donde…)
El Yin/Yang describe la dualidad de todo lo existente en el universo, explica las dos fuerzas fundamentales aparentemente opuestas, pero complementarias que se encuentran en todas las cosas. Luz y oscuridad conviviendo.
Este concepto me ha ayudado mucho en mi vida. Yo siempre estuve en los extremos de las emociones y eso se reflejaba en mi forma de actuar: súper enojada o súper alegre, hiper controladora o en total indiferencia, hasta abajo o hasta arriba; negro o blanco, cuando en la vida hay toda una gama de grises.
Ese subir y bajar de emociones lo hace mierda a uno, es como llevar un carro de 0 a 100 y pretender que cuando este en 100, baje a 0 como si nada: simplemente no se puede. Y si se vive así por mucho tiempo, van a haber consecuencias que no podremos evitar.
Y así viví mi vida durante mucho tiempo: sin balance, sin equilibrio, a veces en constante movimiento y a veces en total inmovilidad. O pasaba de estar de lleno en la luz a pasar sumergida en la oscuridad.
Luego de mucho pensar, de buscar en mi, de buscar en los demás, de llorar, de patalear, de callarme y escuchar, pude llegar a darme cuenta que lo que mi vida necesitaba era eso: equilibrio.
Equilibrio en todo, desde lo físico, pasando por lo emocional y sin olvidar lo mental. Saber que para apreciar la alegría, la felicidad, la risa, no debo olvidar los momentos de tristeza, dolor y soledad y saber que cuando vuelvan, no van a ser eternos, no tienen porque definirme como persona. Son parte de la vida y el saber salir de ellos me va a hacer madurar.
Reconocer que si bien el silencio es bueno para conocerse y valorarse a uno mismo y a los demás, no se puede uno quedar aislado sin oír lo que el mundo quiere decirnos.
Aprender que cultivar el cuerpo es bueno, pero de nada me servirá si mi mente se queda olvidada.
El Yin y el Yang son opuestos por definición, pero conviven en perfecta armonía y pueden de hecho transformarse en ese mismo opuesto: la noche se transforma en día, la vida en muerte. Por eso es que tenemos que estar siempre en ese equilibrio dinámico, saber que si hoy lloramos mañana reiremos de seguro; si hoy trabajamos sin descanso, ese mismo descanso debe llegar… O aunque no nos guste pensar en eso: si hoy estamos arriba mañana podemos estar abajo (emocional, física o económicamente).
Todo exceso o falta de equilibrio traerá consecuencias, no lo podemos evitar. Y es allí donde se nos jode la vida, pues tratamos de evitar algo que nosotros mismos nos forjamos y se vuelve un circulo vicioso del que cuesta un huevo -y la mitad del otro)- salir.
Y la verdad es que podemos tenerlo todo:
Ser alegres y divertidos, pero no payasos.
Ser serios, sin ser amargados.
Estudiar y aprender, pero a sabiendas que la vivencia es mas que importante.
Ser trabajadores, sin llegar a ser esclavos.
Ser positivos, pero con los pies bien puestos sobre la tierra.
Descansar y relajarnos pero tampoco estar de huevones.
Ser sonadores y tener esperanzas, pero con la debida dosis de realidad para no ser pendejos.
Entregarse a los demás, pero guardar lo necesario para nosotros mismos.
Oír al mundo y lo que nos quiere decir, pero poder discernir que no todo lo que se dice es verdad absoluta.
Aceptar con orgullo mis 4 décadas, pero entender que mi espíritu es de 25.
Bueno, y como toda regla tiene su excepción, yo creo que en lo único que no se aplica el equilibrio del Yin/Yang es en la cama: allí si mejor dejarse ir con todo, no hay cabida para medias tintas…jajaja

domingo, 1 de febrero de 2009

EL DOBLE DISCURSO

Después del blog de la semana pasada me quede con la cosita de hablar acerca de la doble moral en la sociedad guatemalteca (hay en todos lados, pero en la guatemalteca esta muuuy arraigada).
El otro día me mandaron uno de esos mails de power point y más o menos decía así: que si los hombres son mujeriegos, tienen deseos, son calientes, tienen amantes, los ascienden en sus empleos, son populares, etc. es porque son cabrones. Pero si las mujeres hacen lo mismo: son putas.
Y es que desde chiquitas nos meten en la cabeza a las mujeres muchos conceptos preestablecidos y arcaicos y puritanos que en la vida adulta nos cuesta mucho quitarnos, si es que logramos deshacernos de ellos. Lo que resulta de esa jodida culpa por querer romper los patrones establecidos es simple: no logramos ser nosotras mismas. Se espera que seamos decentes, amorosas, serviles (algunas casi al borde de la esclavitud), calladas, sumisas, sin opiniones propias o subidas de tono o fuera del convencionalismo, sin atrevernos a expresar nuestra sexualidad …y todo eso estaría bien si la mujer esta de acuerdo, pero ¿y si no lo está? Entonces lo tachan a uno de feminista (mejor fuera uno comunista), de atrevida, alzada, dominante (si uno se “atreve” a tener una opinión diferente que la del marido), revolucionaria, bipolar, loca, y si: de puta.
Hay un dicho –que a mi me parece muy bueno y que creo que podría describir un cierto balance: una dama en la mesa y una loca en la cama. Ah, pero hay quien se ofende con el solo hecho de pensarlo.
Es que la sexualidad femenina esta muy mal vista en la sociedad de acá: si se le pide al marido algo especial en la cama, algo que nos guste o que queremos probar: muchos se van a ofender… ¿Donde lo viste? ¿Quien de tus amigas tal por cuales te lo dijo? ¿¿Verdad que sos una caliente?? Pues SI, tenemos derecho a ser calientes, es lo mas normal y mejor que se lo digamos a los esposos que a un fulano cualquiera que va a estar dispuesto a complacernos…¿¿Que prefieren?? O mejor dicho que mas quieren que vivamos el “amor” junto a nuestra pareja de toda la vida?
Y la doble moral no solo existe en el aspecto sexual, esta en TODOS lados: un hombre gana mas que una mujer aunque tengan el mismo puesto; las opiniones de los hombres se toman mas en cuenta que las de las mujeres; se les permiten MUCHAS mas cosas que a una mujer; un hombre de mas de 40 esta en lo mejor de su vida y la mujer es considerada vieja; hasta en aspectos tan simples como tener un tatuaje: en el hombre se celebra y si ustedes vieran las caras que hace cierta gente cuando se entera que yo tengo uno… y debemos educar a los nin@s para poder romper esos paradigmas, pues al final del día, esos paradigmas son los que les impedirán vivir una vida plena.
No soy feminista, no comparto muchas de las creencias de ellas, pero si creo firmemente que todos somos iguales, con sus derechos y responsabilidades, for better or for worse…
No pedimos cosas imposibles, inauditas, inexplicables, innecesarias, o ridiculas...solo pedimos respeto, trato equitativo, comprension, igualdad y MUCHO SEXO, jajaja...

jueves, 22 de enero de 2009

LOVER BOY




Me acabo de encontrar a un amigo de mi marido en un restaurante. El tipo iba muy orgulloso de la mano de su nueva amante. Por supuesto, la tipa en cuestión es mas joven que su esposa (pero sin nada de clase) y el viejo anda chocho con su juguete nuevo. Cada quien con su vida –no lo critico, sus razones tendrá- pero eso me llevo a pensar en la vida de amantes y que es lo que las personas encuentran taaaan apasionante de ese rollo.
Y aquel tipo que siempre andaba desgarbado, hecho mierda, sin peinarse, con la panza de fuera, sin rasurarse, ahora SI andaba de traje, con la panza metida, bien acicalado, hasta perfumado iba el cerote…Y ese pienso yo que es el lado negativo de la babosada (para ellos al menos) pues siempre tienen que andar bien vestidos, siempre en “modo papichulo”, siempre hablando cosas interesantes, con buena cara y de buen modo; puros boy scouts: siempre listos (y si no pueden, pues con el viagra a la mano para no quedarle mal a la chava), por supuesto la boca con sabor a menta y ya lo saben: ni de chiste un pedo ni un eructo, ni nada similar. ¿¿Y las esposas?? Ellas que se aguanten los malos olores, los malos ratos, las malas caras, la panza cervecera, tienen que comprender cuando no se les paraguay, ya saben…aguantar “the whole package” en las buenas y en las malas.
Y las mujeres no se quedan atrás… (si, aunque no lo crean hay muchas mujeres infieles) Si andan con el otro: depiladas a la perfección, maquillaje intocable, amenas, alegres, comprensivas, sumisas, cariñosas, la mejor ropa interior, siempre dispuestas y sin dolores de cabeza.
Y si bien me imagino que el lado “positivo” de tener un amante sería que es una persona nueva, que no nos conoce a fondo con todos nuestros trabes y manías y defectos, que nos apapacha, nos atiende y comprende, nos hace sentir jóvenes, deseables y quien sabe que mas cosas, la pregunta es sencilla: si nos comportáramos con nuestr@s espos@s de la misma forma en que lo haríamos con un amante: cuidando los detalles, poniendo atención a sus necesidades y gustos, estando siempre de buen animo y en la mejor disposición, siendo buenos oyentes, alegres, comprensivos, manteniéndonos atractivos para ell@s, agregando siempre un poco de pimienta y novedad en la cama…¿habría tanta infidelidad? O sera que ya se trae ese "chip"?